lunes, 28 de septiembre de 2015

Siempre tendremos esperanza

Hola, me llamó hakim. Es difícil escribir esta historia, pero lo voy a intentar...
Todo pasó un día cualquiera  a una hora cualquiera, estábamos comiendo, sopa con apenas fideos, como casi todos los días, cuando mi padre llegó muy alterado a mi casa,mi madre dejó de comer y se fue a la cocina para hablar con el e intentar tranquilizarlo. 2 horas encerrados dentro discutiendo hasta que por fin salieron. Sin mediar palabra mis padres hicieron las maletas, pero no las suyas, las nuestras.
-Os vais -dijo mi padre- vuestra madre ira con vosotros, pero yo no puedo
Ni yo ni mis hermanos dijeron nada, porque estábamos en shock. Habíamos llegado a esa situación tan extrema.
Nos íbamos del país justo ese mismo día, justo a esa misma hora, cuando ya lo teníamos todo preparado partimos hacia la estación, mi padre fue a despedirnos a mi, a mis hermanos y a mi madre. Todo fue muy triste, todos empezamos a llorar, pasó mucho tiempo hasta que nos subimos al tren cuando lo hicimos y el tren se puso en marcha no podíamos contener las lágrimas al ver, que mi padre se quedaba en ese horrible lugar y que había dado todo porque nosotros nos pusiéramos a salvo. En el tren había mucha gente toda la gente nerviosa, toda la gente llorando. Todos teníamos miedo de lo que podía pasar fuera en otros países desconocidos ,pero más miedo teníamos de lo que estaba pasando en el nuestro. Cuando llegamos a Melilla habían muchos reporteros y muchas cámaras. Éramos la noticia de todo el mundo, pero pocos países nos querían ayudar y eso me parece injusto por que ellos no han tenido que vivir la situación en la que hemos estado viviendo todos nosotros. Ahora estoy en España, en la península en concreto en un pueblo de Cádiz, pero España para mí es un lugar de paso , porque la mi meta y la de muchos de nosotros es Alemania dónde su economía es mucho más elevada y podemos llevar a cabo una vida mejor aunque no me quejo de mi vida en España, ahora estoy trabajando en un chiringuito, pero es muy duro pensar en mi padre en que no sé nada de él ojalá y esté bien, él nos prometió que nos volveremos a ver y que en cuanto pudiese nos llamaría. Todas las noches oigo llorar a mi madre preocupada porque mi padre aún no ha llamado pero todavía mantenemos la esperanza en que algún día llamará y podremos volver a vernos.
FIN